Repsol recurrirá la tasa sobre los ingresos por ser incompatible con la Constitución
Imaz ha criticado cómo se está haciendo la transición energética en Europa, donde ha dicho que necesitamos "más tecnología y menos ideología"
Imaz advierte: el «populismo» del Gobierno sobre los beneficios empresariales pone en riesgo el empleo
Repsol actuará contra el gravamen temporal a los ingresos de las energéticas, por el que la compañía tendrá que pagar este año unos 450 millones de euros, pues es incompatible con la Constitución Española y la normativa europea. El consejero delegado de la petrolera, que el año pasado incrementó sus resultados un 70%, hasta los 4.251 millones de euros, ha considerado el impuesto extraordinario, de un 1,2 % sobre los ingresos no regulados de las compañías que ganaran más de 1.000 euros, de tasa discriminatoria y que desincentivará las inversiones.
En una conferencia con analistas, ha señalado que, intentar solucionar con más tasas el problema que hay con la energía, sólo desincentivará la inversión, cuando hacen falta precios más bajos y para ello se necesita más inversión y producción, algo que, a su juicio, no se consigue con «esta clase de gravámenes y tasas impredecibles».
Según las cuentas de la compañía, la contribución fiscal de Repsol -tributos propios y de terceros (clientes, empleados e inversores)- alcanzó los 17.000 millones de euros en 2022, su récord histórico, de los que el 70% (11.900 millones) fueron pagos en España. Los tributos propios abonados en 2022 por Repsol ascendieron a 4.544 millones de euros (1.672 millones en España) y por el Impuesto de Sociedades 2.595 millones de euros (783 millones en España).
Además, la contribución fiscal de la compañía para la preservación del medioambiente fue en 2022 de 6.397 millones de euros (5.429 millones en España). Imaz ha criticado una vez más el gravamen extraordinario aprobado por el Parlamento en diciembre y ha dicho que «considerar extraordinario un beneficio que se obtiene de un gran esfuerzo inversor y penalizarlo, frente al que se dedica a importar productos de otros continentes sin crear un solo empleo industrial, es, además de injusto, incomprensible y perjudicial para la economía española».
Ha subrayado que, con los 1.000 millones de euros que ha invertido Repsol por año en los últimos quince en activos industriales, España cuenta con un sistema de refinerías por el que tiene asegurado el suministro, cuando otros países tienen riesgos. Imaz ha criticado cómo se está haciendo la transición energética en Europa, donde ha dicho que necesitamos «más tecnología y menos ideología»; y ha manifestado que «estamos haciendo una operación de ‘greenwashing’», reduciendo localmente emisiones, pero exportándolas a otras partes del mundo, junto a industrias y empleos.
Ha recordado que muchas industrias paran en Europa por no poder hacer frente a los costes energéticos y un montón de familias no pueden afrontar sus facturas, al tiempo que ha reiterado que los altos precios de la energía «son consecuencia de decisiones políticas previas», no sólo de la guerra de Ucrania.
Se ha referido también, a preguntas de los analistas, a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) estadounidense, de la que ha dicho que es predecible en su marco para la inversión energética, por lo que cree que sería bueno que en Europa se aprendiera de esa estrategia opuesta a lo que se hace en la UE, donde se ponen dificultades.
Imaz, que ha recordado que Repsol tienen importantes proyectos en Estados Unidos, ha añadido que van a analizar la posibilidad de producir hidrógeno. Respecto a nuevas recompras de acciones, además de la anunciada este jueves para 2023 de 35 millones de acciones, junto a la amortización de 50 millones de títulos, ha precisado que consideran prudente esperar a la segunda parte del año.
Ha explicado que probablemente en julio estarán en condiciones de lanzar un segundo programa, al que podría unirse otro en octubre, en función de la generación de caja. En cuanto a futuras adquisiciones de compañías o activos, ha manifestado a los analistas que no esperen grandes compras, pero sí ha indicado que podría haber pequeñas y medianas, como fueron las compañías desarrolladoras de renovables Asterion Energies o Hecate, que contribuyan a la transformación de Repsol.